Hiroshima

Ya había pasado anteriormente por Hiroshima, de camino a Miyajima, pero hasta este año no me sentía capaz de visitarla. Al igual que aún no he podido ver la película de ‘La Pasión de Cristo’ de Mel Gibson, necesitaba mentalizarme para visitar este lugar y es que paseando por el Parque de la Paz, es inevitable que en algún momento se haga un silencio inquietante, al pensar en la atrocidad que allí sucedió.

Hiroshima (広島), se encuentra en la región de Chugoku y es tristemente conocida por ser la ciudad dónde cayó la primera bomba atómica el 6 de agosto de 1945.

El Parque Conmemorativo de la Paz (平和記念公園, Heiwa Kinen Kōen), actualmente uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad, era el centro financiero y político de la ciudad antes de la caída de la bomba atómica.

Dentro del parque hay varios puntos de interés:

La Cúpula de la Bomba Atómica o Genbaku Dōmu, única construcción que quedó en pie. Declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en diciembre de 1996. Sus ruinas apuntaladas, iluminadas al caer la noche, permanecen como un eterno recordatorio de la tragedia.

Cúpula de la bomba

El Museo Conmemorativo de la Paz narra lo ocurrido antes, durante y después de la bomba. Me temo que no fui capaz de entrar…

El Cenotafio para las víctimas de la bomba atómica, que contiene los nombres de todos los muertos debidos a la bomba atómica. La estructura tiene forma de arco a modo de refugio para las almas de las víctimas. Cada 6 de Agosto se realiza aquí una emotiva ceremonia a las 8:15h de la mañana, hora exacta en que cayó la bomba.

Parque de la Paz, Hiroshima

La Llama de la Paz, encendida en 1964, no se apagará hasta que no desparezcan todas las armas nucleares de la Tierra.

En el Monumento a la Paz de los Niños es típico hacer alguna grulla de papel en su honor. La costumbre viene de la historia en recuerdo a Sadako Sasaki: cuenta una leyenda que quien hace 1000 grullas de papel, puede pedir un deseo. Cuando Sadako enfermó de leucemia (una de las muchas secuelas de la bomba atómica), quiso intentarlo, pero murió antes de lograrlo. Sus compañeros de clase acabaron el resto.

La Sala Nacional Conmemorativa de la Paz. En ella se muestra un reloj de gran tamaño parado en las 8:15h (hora en que estalló la bomba).

Las Puertas de la Paz, 5 grandes puertas de 5 metros de alto que contienen la palabra “paz” en varios idiomas.

Puertas de la Paz, Hiroshima

La Torre Conmemorativa a los Estudiantes Movilizados, recuerda a todos los jóvenes estudiantes que tuvieron que trabajar en la industria de la guerra y que acabaron muertos.

Fuera del recinto del Parque de la Paz, en el centro de la ciudad, se encuentra el castillo de Hiroshima, conocido comúnmente como ‘la carpa’. Está totalmente reconstruido y en su interior alberga un museo.

Castillo de Hiroshima

También en el centro de Hiroshima, hay dos calles características:

La calle Hon-dori, totalmente peatonal, cubierta a modo de galería comercial y llena de tiendas, restaurantes, bares, karaoke, pachinko, etc. Comienza cerca del Parque de la Paz y corre paralela a la otra calle típica: la calle Aioi-dori, abierta al trafico.

No hay que dejar pasar la ocasión de comer un buen okonomiyaki al estilo de Hiroshima. Eso es fácil, una vez asimilada la costumbre japonesa respecto a los horarios de comida: ¡¡¡no hay horarios!!! y es que uno acaba por comer indistintamente onigiri de arroz para desayunar o un pulpito con la cabeza rellena con un huevo de codorniz para merendar a las 4 de la tarde!

Hiroshimacentro

Llegar en tren

Hiroshima

En la estación de tren hay taquillas y cuestan 400 yenes cada una, donde caben dos mochilas.

ATENCIÓN: Después de poner el dinero y meter las mochilas, NO volver a abrir la taquilla para probar si se abre y cierra correctamente!! La taquilla no se vuelve a cerrar y pide poner dinero otra vez… En la misma zona de las taquillas hay una máquina de cambio.

Por la puerta sur de la Estación de Hiroshima, se sale justo frente a la parada de la línea de tranvía número 6 (también va el número 2) que lleva hasta la Cúpula de la Bomba. Cuesta 150 yenes por persona. El tranvía deja justo enfrente de la cúpula, pero se puede ir perfectamente andando y de hecho, puede dar ocasión para que algún simpático lugareño se te acerque al ver que eres español y aproveche para practicar lo poco que sabe de nuestro idioma.

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